Aun así olvido mi amor propio e insinúo lo importante que sería que viviésemos juntos, escucho que todavía es pronto para eso, pienso que tal vez sientas que puedes perderme (...), o que te verás privado de tu libertad, tienes miedo a quedarte solo y tienes miedo a estar acompañado -en fin, una locura completa esta relación nuestra.
- Descubrí que puedo amarlo aún más. Si este camino no me enseña nada nuevo a partir de ahora, por lo menos habré aprendido algo importante: es preciso correr riesgos.
No era una aventura, en realidad era por la ausencia de obigaciones, el día era aburrido, no tenía nada que hacer después de la comida, el juego de la seducción es algo que siempre nos despierta a la vida, y por eso acabamos en la cama.
A veces pasa. No hay nada interesante que hacer, ella busca emociones, yo busco aventura, y ya está. Al día siguiente, ambos fingimos que no ha pasado nada, y la vida sigue adelante.
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